viernes, 11 de septiembre de 2009

Con el brazo en alto

Dicen que el gesto político dice mucho más que el discurso y, sobre todo, lo resume.
Si entramos en la terminología del gesto, el brazo en alto, ya sea puño cerrado o palma abierta, tiene un significado concreto que todos conocemos. Lo lamentable de este asunto es su anacronía.
No tiene sentido que un partido que se define como "de progreso" continúe con la simbología gestual del siglo XIX. Dictadores como Lenin, Pepe Stalin, Hitler... levantaban el brazo y lo incluían en el saludo militar.
El señor Rodríguez, más conocido como Zapatero, presidirá (que locura) la Unión Europea a partir del uno de enero. Una Europa que pago un peaje de 20 millones de muertos para suprimir el lenguaje totalitario del brazo en alto.
Zapatero...el señor Rodríguez, no conoce otra cosa que el lenguaje anacrónico y rancio del revanchismo social que, gracias a Dios, todos -menos él y cuatro mataos- tenemos en pretérito indefinido.

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