viernes, 17 de julio de 2009

Tribunal prostitucional

Según la Real Academia de la Lengua Española, prostituir es envilecer y deshonrar por interés. La definición encaja, perfectamente, con la actitud que este tribunal manifiesta frente a la resolución final sobre el Estatuto de Cataluña. María Emilia Casas, su presidente, dilata y dilata la decisión final justificando la tardanza en no usar su voto de calidad para deshacer el empate que teoricamente se está produciendo. Y es ahí, precisamente, donde está el problema. ¿Cómo puede haber un empate en un tema tan constitucionalmente claro como que Cataluña -por mucho que insista Robira y sus adosados- NO ES UNA NACIÓN: pertenece a una nación y esta no es otra que España. La presidente del Constitucional tendría que haber dimitido el día en que la "defraudadora votante" De la Vega, la abroncó en público por no obedecer al poder político, cosa que por cierto parece que no es verdad. La segunda vez que tendría que haber dimitido es ayer cuando, con absoluta tranquilidad, invito a una copa a todo el entorno para celebrar el verano. La verdad es que eso si lo puede celebrar...el trabajo terminado y honradez parece ser que no.

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