Contra la crisis...pastillas

Que casualidad, un día antes de celebrarse el debate sobre el estado de la nación, dos concubinas políticas de Zapatero anuncian que la píldora abortiva del día después se venderá en farmacias sin receta.
No se trata de que la Ministro de Sanidad tenga el novel de medicina, no se trata de que tenga el don de la elegancia en la palabra, tampoco se trata de pedirle dignidad...ni ella, ni su jefe ni ninguno de los ministros ha echo méritos para tenerla. Pero, un mínimo de información y coherencia si se la puede pedir.
La píldora abortiva del día después es -como debería conocer la ministro-un medicamento con contraindicaciones y, por lo tanto, ha de dispensarse bajo prescripción facultativa, de la misma manera que se receta paracetamol o amoxiciclina. Es el médico, y sólo él, quien está capacitado para recetar un medicamento. Lo contrario es prostituir el sistema de salud español.
La píldora abortiva del día después no es un caramelo ni un preservativo. Es una "bomba de hormonas" que puede dejar sin fertilidad a una niña. Niña que, en cambio, no puede pedir alcohol en un bar -por no tener la edad- ni comprar tabaco por la misma razón.
El fondo de todo esta maniobra publicitaria está muy claro: buscar votos en una cantera que, ante elecciones europeas es históricamente abstencionista y, de paso, distraer la atención sobre el verdadero problema de los españoles que, a día de hoy se llama cuatro millones y medio de personas que no tienen trabajo. La pregunta es: ¿para cuando la píldora gratuita contra el paro? será cianuro, será eutanasia...