jueves, 21 de mayo de 2009

55 años o...55 días en Pekín...a algo así

Pues resulta que antes de ayer fue mi 55 cumpleaños y, como es tradición, a un le felicitan los hijos, la esposa, la portera que "como está en todo" también lo sabe, incluso la suegra -aunque este es un placer reservado a sólo unos pocos-. Y claro, los amigos. Y ahí viene el tema. Los de siempre lo siguen siendo y hacen gala de ello con "ánimos y cariñitos. Los que lo parecían, haciendo mérito a lo de parecer pues...quedan a la altura de donde la espalda pierde la dignidad...
En cambio aparecen otros nuevos y nuevas (para estar a la moda de la perversión del lenguaje) que le aproximan a uno a la emoción del primer beso (por dónde habrá terminado el pobre) son ¡Mis nuevos compañeros! que se han convertido en amigos. Es a estos, a los de la emoción y el tecnológico detalle, a los que quiero -muy especialmente- agradecer el día. Como diría el torero: ¡Va por ellos!

No hay comentarios:

Publicar un comentario