La España transversal de Zapatero

El día 17 de octubre de 2009, salieron a la calle muchos miles de personas. De un lado dicen que millones, de otros cientos. La cifra da un poco igual, lo importante es el acontecimiento social que allí se produjo.
La manifestación en contra de la ley de Zapatero, que implica sesgar la vida de niños inocentes, fue multitudinaria pero, fue algo más, fue transversal. Allí había gentes de todas las capas sociales, también de todas las capas políticas: de izquierdas, de derechas, semi pensionistas, católicos agnósticos, protestantes...bueno eso lo eramos todos. Sólo falto algo importante en cualquier movimiento social: el capitán.
Allí no había nadie que, al frente de la comitiva, diese cauce a esa marea humana. Si que estaba presente en la pancarta el presidente del Foro de la Familia, Benigno Blanco pero, con todos mis respetos, no es un apropiado capitán para frenar la inmersión social a la que nos quiere llevar Zapatero.
¿Estaba la oposición? Sí. Otra cosa es cómo estaba representada.
No es tiempo de cálculos políticos; tampoco lo es de estrategias que como único fin persigan la silla de La Moncloa. España necesita algo más. Necesita ilusión; alguien en quien confiar y, lo que es más importante, alguien que capitalice el descontento masivo de la sociedad. Y, ese alguien, allí no estaba.