jueves, 26 de febrero de 2009

Si todavía queda alguien que no se ha enterado de que los españoles, todos los españoles, estamos metidos en un serio problema este es el momento para hacerlo.
España, gracias a la mala gestión del gobierno socialista de Zapatero, está tan endeudada que se debe a sí misma. Gracias a la incompetencia del gobierno actual, cada día, siete mil parados más –con la etiqueta: “made in Zapatero” incrementan las listas del paro. Un paro que con otra gestión, como la que hizo el Partido Popular cuando gobernó, estaría en la media europea y que, en las autonomías en las que seguimos gobernando, está incluso por debajo. Porque la realidad es que en las autonomías gobernadas por el PSOE el paro dobla a las del Partido Popular; por algo será.
De cada cien parados que se producen en Europa, 92 son españoles. Habrá algún motivo no?
El gobierno socialista de Zapatero, que de social le queda ya poco, ha dilapidado en muy poco tiempo la herencia, fruto del trabajo y del esfuerzo, que le dejo el Partido Popular. Los más de cuatro millones de empleos que creó el PP cuando gobernaba, los ha convertido Zapatero en cuatro millones de parados. La pregunta sería: En una ecuación personas-trabajo ¿Cuál sería el denominador común, PP o PSOE?
No nos engañemos, aunque Zapatero nos quiera tener engañados, las medidas circenses del gobierno socialista no son para salir de la crisis, son para permanecer en ella mucho tiempo. La prueba es evidente: sus piruetas en el alambre de la economía, simplemente han generado más paro. Sus medidas no valen.
Dijo una vez un socialista incombustible: “España se merece algo mejor” Pues bien, lo que se merece España es a “alguien mejor”.

Vivimos unos tiempos en que hasta se cuestiona la fuerza de nuestra democracia. Pactos de diseño, con el único fin de ganar tiempo y manipular votos, aparecen en la geografía española a la misma velocidad que los parados. Esto es, también, gracias a Zapatero.
Frente a la apatía política y de resignación que transmite Zapatero en cada una de sus intervenciones. Frente al conservadurismo rancio y caduco de esquemas que han de estar fuera de los países que quieran y crean en las inmensas posibilidades que tienen de construir un país lleno de oportunidades, nosotros, el Partido Popular queremos hablar de esfuerzo. Porque, sólo con trabajo y esfuerzo se consigue salir de las situaciones difíciles. Me refiero al esfuerzo colectivo que han hecho generaciones anteriores para que, si no hubiera sido por Zapatero, España estuviese en el lugar que le corresponde.
Es probable…es seguro que el partido popular ha cometido errores pero, es justamente eso lo que nos da la fuerza necesaria para seguir remando en la buena dirección. Decía John Kennedy que lo bueno de cometer un 10% de errores es que eso significa que has tenido un 90% de aciertos…y tenía razón. Lo grave es que, en este periodo en el que estamos siendo mal gobernados por el PSOE, el porcentaje es justo al revés y eso, España no lo resiste.
Cada día que pasa, cada día que Zapatero sigue empeñado en destruir una nación de más de quinientos años, es más necesario que nunca apartar de nuestro camino la idea de que el problema de España viene desde fuera y se arreglará desde fuera. Porque eso, además de inútil es, sencillamente falso.
Todos somos perfectamente conscientes de que tenemos una situación difícil; seguramente la más difícil por la que ha pasado nuestra joven democracia. Pero también tenemos que ser conscientes de que tiene arreglo si se aplica la medicina adecuada.
No podemos permitir que nuestros jóvenes entren en una apatía que no les corresponde. Es inmoral que la Junta de Andalucía dé 60 euros a todos los jóvenes que cumplen 18 años y a continuación les condene a un 47% de paro que es el que tienen los jóvenes en esa comunidad. No podemos permitir que toda persona en edad de trabajar tenga como única esperanza el paro o el subsidio. Y no podemos permitir que, quienes ya han dado por su país todo cuanto se les pedía –nuestros mayores- sufran la intranquilidad de ver que su presente es inestable. Es que no podemos permitirlo.
Y no podemos permitirlo porque España no sólo es un conjunto de tierras, por cierto cada vez más separadas gracias, también a Zapatero. España es algo más. España es 45 millones de historias diferentes, pero entrelazadas, que están pidiendo solución a su problema.
Y están pidiendo una solución porque saben que cuando gobernó el Partido Popular esos millones de historias, sintieron el aliento de la esperanza y caminaron en la única dirección que puede caminar un país; en la del trabajo y el esfuerzo, no en la del paro, el subsidio, la precariedad y la incertidumbre. Contravalores que –que casualidad- siempre aparecen cuando gobierna el PSOE.
En este momento, mientras estamos haciendo estas reflexiones, hay muchos miles de madres y padres que se quedarán desvelados en la cama después de que los niños se hayan dormido, y se preguntarán cómo pagarán la hipoteca o las facturas médicas, o cómo ahorrar lo suficiente para la educación universitaria de sus hijos. Es por eso que tenemos la obligación como partido, pero también como ciudadanos, de resolver sus problemas y abrirles una ventana a la esperanza. A ellos por su esfuerzo y a sus hijos porque son los que continuaran con ese gran proyecto común que es España.
Hay nueva energía por aprovechar, nuevos puestos de trabajo por crear, nuevas escuelas por construir. Una energía que el partido socialista ha desperdiciado durante todos estos años. Esa energía sois vosotros, las personas.
Sé que el camino va a ser largo, a veces dificultoso pero, también sé que podemos llegar. Que nuestros hijos, pero también nuestros padres nos están pidiendo ese esfuerzo y, lo fundamental para conseguirlo, es la sinceridad. La situación es difícil pero sé que, si queremos, si ponemos ilusión en el empeño, lo lograremos. Porque la única forma de creer en algo es soñar con poder hacerlo.
Tenemos que volver al espíritu que nos hizo ganar en el año 96. A esa ilusión que transmitimos a todos los españoles por mejorar las cosas y que nos permitió crear más de cuatro millones de empleos y muchos millones de ilusiones.
Si esta crisis financiera nos ha enseñado algo, es que no puede haber un sector financiero próspero mientras que las pequeñas empresas sufren sin ninguna protección.
Avanzamos o fracasamos como una sola nación, como un solo pueblo. Tenemos que resistirnos a la tentación de recaer en el partidismo a que nos tiene acostumbrado el partido socialista y sus dirigentes y a la mezquindad e inmadurez con que han intoxicado nuestra vida política desde hace tanto tiempo.
A aquellos, a aquellos que pretenden una España dividida y enfrentada les decimos que no lo van a conseguir. Porque, además, son muy pocos –aunque hacen mucho ruido- los que pretenden romper nuestra unidad. Y a aquellos que se preguntan si el faro el Partido Popular todavía ilumina para sacarnos de la oscuridad producida por el gobierno Zapatero, les decimos que sí. Y les decimos que sí porque ya lo hemos demostrado cuando hemos tenido las responsabilidades de Gobierno y, además, tenemos la ilusión y las ganas de hacerlo.
La fuerza para salir de la crisis en que nos ha metido el partido socialista le tenemos en tres palabras: democracia, libertad y esfuerzo.
En España, cuando no ha gobernado el PSOE, hemos avanzado mucho. Pero queda mucho más por hacer. Así que, preguntémonos -si nuestros hijos viven hasta ver el próximo siglo, ¿qué cambio verán? ¿Qué progreso habremos hecho? ¿qué herencia social les dejamos.
Esa es nuestra oportunidad. La oportunidad de no defraudarles de dejarles un país próspero y libre para que, con esfuerzo y trabajo mejoren lo que les dejamos. Ese es nuestro compromiso. El compromiso de dar la oportunidad a todos nuestros ciudadanos para tener un empleo digno que cubra sus aspiraciones. Un compromiso para abrir las puertas de la oportunidad para nuestros hijos; para restaurar la prosperidad y fomentar progreso; para recuperar los ideales que algunos, pretenden arrebatarnos y, reafirmar esa verdad fundamental, que mientras respiremos y recuperemos la ilusión, tendremos esperanza.
Esperanza en cambiar las cosas para que mejoren, porque el cambio no llegará si esperamos a otra persona o a otra época, porque somos nosotros, los españoles, a quienes hemos estado esperando, nosotros somos el cambio que buscamos.
Tenemos, necesitamos, ahora más que nunca, desear con toda nuestra fuerza lo mejor, huir de lo peor y enderezar el camino que un gobernante irresponsable han torcido con el único fin de beneficiarse a sí mismo.
Y, porque no, tenemos que soñar desde la realidad para que ese sueño real garantice nuestra viaje al éxito. Pero, para ello, tenemos que analizar nuestros objetivos y los recursos que cada uno de nosotros podemos aportar para que una situación tan degradada como la actual, se enderece y nos coloque en el buen camino. Alguien, de parecida incapacidad a la Zapatero, dijo 1876: “el teléfono no puede ser considerado como un medio para comunicarse: es un aparato intrínsecamente sin valor”. El tiempo, el trabajo y el esfuerzo demostraron que si se quiere, se puede.
Y eso es lo que tenemos que demostrarnos a nosotros mismos. Que con ilusión y con ganas le devolveremos al pueblo español lo que unos irresponsables, vacios de principios pero llenos de codicia, le han arrebatado.
Le preguntaba un alumno a Edison, ¿cómo es que después de tantos fallos y errores usted sigue adelante?". A lo que el inventor respondió: "¿Fallos y errores? No conozco estas palabras. Sólo puedo decirte que ahora tengo 912 fórmulas de cómo no hacer una bombilla”.
Bien pues, al igual que Edison, ya sabemos qué no hay que hacer para salir de una crisis económica como la actual: ir por la senda que marcan los gobiernos socialistas porque, siempre que tienen la oportunidad de gobernar acaban dilapidando la economía y, lo peor, dilapidan también el esfuerzo y la esperanza de las personas.
Por eso, por nosotros, y por todos los españoles tenemos, porque es inaplazable, que decir muy alto y muy claro: esto tiene arreglo, vamos a salir de la crisis y lo vamos a hacer de la única forma que se sale de ella: trabajando, trabajando con ilusión para volver a ocupar en el mundo el lugar que nos corresponde. El lugar de una gran nación de libertad y de futuro que se niega a un presente tan pobre como el que nos ofrece el partido socialista. Y lo vamos a conseguir. Con la ayuda de todos lo vamos a conseguir.
Da que pensar que en todas las elecciones en las que de forma directa o indirecta se presenta Zapatero, siempre, siempre, sucede algo anormal. Ese es el motivo por el que no sería de estrañar que en las postrimerias de la caida del gobierno "macedonia" gallego y la entrada de aire fresco a Galicia, ocurriese algo"anormal". ¿Tendrá Garzón alguna píldora preparada para distorsionar la jornada? Será Pepiño coarticife de esta?
Lo sabremos muy pronto y, una vez más, si esto ocurre, algo que no tiene nada que ver con la democracia y la libertad de conciencia para decidir el voto, se presentará a las elecciones.

domingo, 22 de febrero de 2009

Mayoría de edad o absoluta.

A tan sólo una semana de las elecciones gallegas, que el PP gana en Galicia es algo sabido por todos pero ¿cuál será entonces la razón para que no gobierne?
Muy sencillo: hace falta tener la mitad más uno de los diputados, es decir, 38.
Y esa cifra soñada, quiza no por todos los populares -algunos se apuntan a que se pierda para ganar ellos- está dificil. El PSOE hace trampas con los votos CEDA. No se vota con carné, tan sólo con certificado y, además, tal y como pasó en las autonómicas de 2007, muchos votos como los de Venezuela llegarán lieralmente mojados para que no tengan valor.
Que algo pasará según sea el resultado es cosa clara. Otro gallo es lo de la Comunidad Autónoma Vasca. si se baja de 15 Ganará san Gil.